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La clase de religión, un derecho

Clase Religión un derecho

El hecho religioso es un hecho social, multidimensional, que también debe ser transmitido en la escuela. Debe ser estudiado con rigor y tomado absolutamente en serio. Incluso quien no crea debe conocerlo en su dimensión exterior histórica.

La clase de Religión, como servicio supremo a la educación integral del joven, ayuda al despertar de los interrogantes sobre el sentido último y definitivo de la vida. El ser humano tarde o temprano, necesita respuestas a preguntas más hondas. Por ejemplo: ¿por qué o para qué vivo? ¿qué sentido tiene la vida y qué sentido tiene la muerte?. Ayuda a que nazcan en el corazón del joven y ayuda a darles una determinada respuesta: en nuestro caso, la respuesta que viene y es Jesús de Nazaret: su vida y su mensaje.

La asignatura de Religión Católica en la escuela tiene toda esa razón de ser: acompañar la pregunta de nuestro corazón y mostrar la respuesta que la tradición cristiana ha ofrecido. Es una respuesta que bebe en lo que Dios mismo nos ha ido revelando, y cómo la Iglesia ha escuchado su mensaje, lo ha celebrado, vivido y anunciado. Esa respuesta no sólo se ha hecho culto religioso y propuesta moral, sino también se ha plasmado en el arte, en la literatura, en el pensamiento. Representa las raíces de nuestra cultura occidental. Faltando esta perspectiva en la enseñanza daría como resultado una educación mutilada, empobrecida. La Religión se da en la catequesis, pero también es estudiada en la escuela.

La clase de religión

La clase de Religión

El hecho religioso es un hecho social, multidimensional, que también debe ser transmitido en la escuela. Debe ser estudiado con rigor y tomado absolutamente en serio. Incluso quien no crea debe conocerlo en su dimensión exterior histórica.

La religión está íntimamente unida a todas las manifestaciones de la inteligencia humana; es la base de la civilización, y es ponerse fuera del mundo intelectual y condenarse a una manifiesta inferioridad el no querer conocer el hecho religioso.

La clase de Religión es respuesta a un derecho-deber de los padres, que tienen obligación ineludible de educar a sus hijos según sus propias convicciones y criterios fundamentales de tipo moral y religioso.

La clase de Religión educa para comprender nuestro arte, nuestra cultura en general, nuestra literatura, nuestra filosofía o nuestras fiestas… Privar a un joven del conocimiento de la Religión, en nuestro caso de la Religión católica, es privarle de la posibilidad de que pueda conocer y comprender las raíces más genuinas de su tradición y cultura.

La clase de Religión educa para la mejor de las ciudadanías posibles.

La clase de Religión, como servicio supremo a la educación integral del niño, ayuda al despertar de los interrogantes sobre el sentido último y definitivo de la vida. El ser humano tarde o temprano, necesita respuestas a preguntas más hondas. Por ejemplo: ¿por qué o para qué vivo? ¿qué sentido tiene la vida y qué sentido tiene la muerte? . Ayuda a que nazcan en el corazón del joven y ayuda a darles una determinada respuesta: en nuestro caso, la respuesta que viene y es Jesús de Nazaret: su vida y su mensaje.

La asignatura de Religión Católica en la escuela tiene toda esa razón de ser: acompañar la pregunta de nuestro corazón y mostrar la respuesta que la tradición cristiana ha ofrecido. Es una respuesta que bebe en lo que Dios mismo nos ha ido revelando, y cómo la Iglesia ha escuchado su mensaje, lo ha celebrado, vivido y anunciado. Esa respuesta no sólo se ha hecho culto religioso y propuesta moral, sino también se ha plasmado en el arte, en la literatura, en el pensamiento. Representa las raíces de nuestra cultura occidental. Faltando esta perspectiva en la enseñanza daría como resultado una educación mutilada, empobrecida. La Religión se da en la catequesis, pero también es estudiada en la escuela.